Ingredientes
1 bote de piña grande
1 litro de nata
2 sobres de gelatina de piña (3 si decoramos por encima con la gelatina)
4 cucharadas de azúcar
bizcochos de soletilla
La tarta de piña es un postre suave y fresquito para estos días de calor y otra forma divertida de comer fruta para los más pequeños. Podemos cambiar los bizcochos de soletilla por otro tipo de base o simplemente suprimirla y tendremos una receta sin gluten (debemos comprobar el resto de ingredientes). Otra opción es bajar el número de calorías usando piña en su jugo natural y suprimiendo el azúcar o cambiarlo por algún tipo de edulcorante. Podéis encontrar la receta de esta tarta invertida y para hacerla sólo necesitáis un ingrediente más, caramelo líquido. Os dejaré las dos versiones de la tarta para que elaboréis la que más os apetezca.
Elaboración
Comenzaremos por preparar la base y para ello usaremos los bizcochos de soletilla (podemos usar también sobaos) y parte del jugo de la piña. Yo he usado un molde desmontable para esta tarta. Ponemos en el fondo del molde los bizcochos que iremos mojando en el jugo de la piña y colocando hasta cubrir la base. Cuando tengamos la base cubierta metemos el molde en la nevera mientras seguimos con la preparación.
Ponemos en una olla el jugo de piña sobrante, el azúcar y disolvemos los dos sobres de gelatina. Removemos bien y ponemos al fuego y añadimos la nata dejando que hierva la mezcla. Dejamos que temple un poco y vertemos en el molde sobre la base con cuidado. Yo antes de verter la mezcla he colocado alrededor del molde rodajas de piña cortadas a la mitad pero podemos saltar este paso. Dejamos enfriar un poco y metemos de nuevo a la nevera.
Para preparar la capa superior he usado otro sobre de gelatina de piña (en mi caso con el molde que he usado no necesito toda la mezcla así que si os sobra podéis verterla en moldes pequeños y aprovecharla). Cuando esté fría la mezcla preparamos la última capa. Colocamos las rodajas de piña en la parte superior y vertemos encima la gelatina que prepararemos según las indicaciones de la marca. Dejamos enfriar y listo para consumir. Os recomiendo dejarla preparada de un día para otro.
Versión invertida de la tarta
Ponemos caramelo en un molde. Sobre la capa de caramelo colocamos las rodajas de piña bien escurridas (reservamos el almíbar o jugo de piña). Encima de la piña ponemos una capa de bizcochos de soletilla o de sobaos.
En una olla vertemos el jugo de piña sobrante, el azúcar y disolvemos los dos sobres de gelatina. Removemos bien y ponemos al fuego y añadimos la nata dejando que hierva la mezcla. Vertemos con cuidado en el molde sobre los bizcochos la mezcla y presionamos un poco con un tenedor para que absorban parte de la mezcla. Metemos a la nevera y dejamos enfriar. Para desmoldar pasaremos un cuchillo alrededor para separar la tarta del molde, ponemos un plato encima y damos la vuelta como si fuera una tortilla. Esta versión como veis es también sencilla de preparar y está igual de rica.
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